domingo, 17 de febrero de 2008

Carnaval y descanso

La historia sigue así:
Hace poco más de un mes, Pablito se volvió para São Paulo y retomé mi estilo de viaje de a uno. Me fui para otra "ecoaldea", más o menos cerca de Río de Janeiro, donde conocí a un señor algo mayor, al estilo Papá Noel, que quería conocer hace un tiempo. Su nombre, Johan Van Lengen, autor de "Manual del arquitecto descalzo" y fundador de Tibá. La visita fue corta e interesantísima, y me dieron ganas de volver para hacer un voluntariado, vamos a ver si junto la plata en algún momento.
Después volví para Maricá, donde me reencontré con Danilo para su cumpleaños con asadito, pile y voleiiiiiii (cita musical para los q están x corregirme), y donde recibí un certero 3 a 0 de un veterano al ping pong, lo que me valió las consecuentes cargadas brasil-argentina. Que dicho sea de paso, es lo único desagradable que encontré en los brasileros: estadísticamente más de la mitad me gastaron con mala onda por el fútbol, en particular la final de la Copa América, y rompen los quinotos con si Pelé fue mejor que Maradona, cuando claramente la respuesta es NO. (Ya está, lo puse en interné así que ahora es verdá)
Yo que sé, fueron unas semans muy buenas, me alojé con una argentina en Buzios que me desayunaba con medialunas y pancitos de coco caseros (GRANDE Susy!), pero la ciudad en sí no me gustó, ni las playas. Pero ahí me reuní con Yuri, una japonesa viajera que había conocido en Río, y encaramos a dedo para Salvador. Ponja, te quiero, pero salir a hacer 1500 km de dedo un día de lluvia? Igual eso fue al principio, después pegamos carona con un camionero que hacía ese trayecto y más, de nombre Luiz (CREO! no puedo creer que me olvidé), y la aventura de dedo se convirtió en 2 días y medio sentados en la cabina de un camión, armando la carpa a la noche en algún puesto de camiones o, una noche en particular de lluvia, dentro de un camión vacío, pero con un restito de azucar en el fondo, que al enrollar la carpa húmeda se convirtió en una melada deliciosa que hube de lavar en la ducha en Salvador por una hora para sacarle el pegote y las hormigas.
Y así en un triz llegué a Salvador (aunque a Yuri le pareció más, parece que 2 días y medio encerrada en un camión conmigo fue un límite nuevo para su paciencia).
Caímos en lo de Alan, Thiago y Raoni. Un par de días antes de carnaval. Fue una locura desde el día 1. No paraban de recibir huéspedes de couchsurfing ni de salir a comprar más colchones inflables que ya ni sabíamos dónde guardar. Creo que nunca hubo menos de 8 personas y el máximo fue 13... en un apartamento. Y en total en esa semana pasaron todos estos y seguro alguno más: Alan, Thiago, Raoni (BRA), Yuri(JPN), YO (con mayúsculas y ni a palos último), Ben (Australia), Brendan, Luke, y Andy (EEUU), Rocío (Colombia), Nima (Iran), tres chicas argentinas, dos hermanas escocesas mitad italianas mitad zimbabweanas, un colombiano más, un peruano, una arruinada que ya no sé de qué país era... en fin, seguro me olvido de algunoa, y todos dormimos ahí al menos una noche en piso, cama, colchón inflable o sofá. Ahí se me adjudicó una canción de Marcelo D2 que dice:
O gringo, subeu ao morro e bebeu cachaça
fumó maconha e obeteve a graça
depois do Samba sua vida nunca mais foi a meeesma

..que lógicamente canté en cuanto lugar pude cuantas veces pude.

De Carnaval en sí todavía no tengo fotos porque las saqué con una cámara descartable que no revelé aún, así que tendrá que bastarles con mi descripción. Hay varios lugares de festejos dentro de la ciudad, y carnaval en Salvador es es segundo más grande de Brasil, después de Río de Janeiro. De los lugares festejables, fuimos todas las noches a Barra, una calle laaaaarga laaaarga con muy pocas calles laterales para salir. Por allí circulan los tríos eléctricos (expresión tambien usada para un auto con aire, levantavidrios y cierapuertas), inmensos camiones, adaptados para tener un escenario en su techo y unos parlantes que te vuelan la peluca. Sobre ese techo obviamente están los cantantes, músicos y coreógrafos si los hubiese, o DJ como en el caso de Fatboy Slim (porque los estilos musicales varían muchísimode trío en trío). Alerededor del camión, y unos 30 metros para atrás o adelante o ambos, un pequeño ejército de empleados del trío van llevando una gruesa cuerda que forma un verdadero corral humano andante, dentro del cual los preocupados por su seguridad caminan cual rebaño de ovejas, tras haber pagado sumas desde 100 a 2000 reales por una camiseta de tela berreta que los identifica como parte de ese bloco y les sirve de entrada para ese exclusivo rebaño, con el cual seguirán a ese camión por unas 6 horas hasta acabar el recorrido. Hay que ser fan. Y tener plata. Fuera de ese corral, una multitud exactamente igual de apretada, pero diluyéndose con la distancia(llamada pipoca, que significa pochoclo), acompaña con el mismo fervor la música hasta que se cansa de ese ritmo y espera al siguiente camión o se desvía para orinar en algún lugar, no en pocos casos una pared. A los costados de la calle se levantan Camarotes (camarochis) temporarios, estructuras de caños y madera donde se desarrollan fiestas paralelas, con entradas también caras, más comodidades, y balcón a la altura del camión para ver pasar a los músicos. En todos estos lugares, bloco,
pipoca o camarote, la onda es la misma: tomar hasta no poder más, bailar y cantar sin parar, e intentar besar a la mayor cantidad de personas posible. O como canta uno de los himnos de este carnaval: beber, cair, levantar; beber cair, levantar. Es una tremenda fiesta que continuó así desde jueves hasta martes sin parar, día y noche, y cada uno dormía o no a voluntad. Yo no me privé, por cierto.
Es sin duda una fiesta asombrosa
Peeeero
a) el olor a pis en algunos lugares se hace insufrible. Hay baños químicos, pero fuera de camino y no se molestan en ir los hombres, agarran una pared. A paso de bloco o pipoca igual se les haría difícil
b) La gente celebra la decadencia y eso la verdad no me gustaba, hasta la 6ta cerveza al menos
c) Los excesos de alegría, como en todo brasil, hacen que la gente ignore al chico de 8 años que pasa entre tus piernas medio acuclillado juntando latitas, intentando no ser arrastrado por la marea humana, que ciertamente me deprimió más de una vez al punto de querer irme a casa, al menos hasta la 10ma cerveza
d) si no conocés las canciones de brasil tenés que tener una energía tremenda para aguantar toda la noche así y motivarte con cada canción como lo hacen ellos
e) vimos, y vi después en la tele, gente violenta que va por la multitud y duerme de una piña a cualquiera sin previo aviso, avanza 10 pasos y tira otra piña... fuera de lugar
f) había ocmo 5 o 6 uniformes diferentes d epolicias federales, militares, provinciales, fuerzas especiales, etc, avanzando en fila y empujando a todos lados para poder moverse bien. Momentos de mala onda, pero por el punto e) necesarios, aunque sólo necesarios
porque están todos borrachos y tienen confundidos los objetivos de la fiesta. Realmente no es una fiesta familiar estar en la calle
Igual yo fui a la pipoca todos los días y la pasé genial y nadie me pegó (x mi cara de rudo, seguro)


Ahora me volví a Brasilia. Estoy evaluando cuánto tiempo me voy a quedar, pero el viaje llegó a un fin, porque no tengo un peso partido en dos. Hice un contacto en Salvador que me está tratado de conseguir una entrevista de trabajo en el estudio de arquitectura de Oscar Niemeyer, el arquitecto que diseñó toda Brasilia y que ahora me dicen está trabajando en la nueva capital de Nigeria. De más está decir que si lograse entrar sería un super trabajo y me quedaría un tiempito. Y si no, quién sabe... Mientras tanto tiro currículums y veo qué onda...
Bueno, los dejo y me voy a cenar. Mañana voy a agregar fotos a este post. Saludos a todos y si quieren mandar plata manden tranquilos jejeje

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